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De parte de José, enero 5

Después de algunos meses de anticipación y varias semanas de trabajos de proyectos de micro financiamiento en Nicaragua antes del viaje, finalmente llegue a Managua, Nicaragua.  Hasta el momento ha sido una bienvenida placentera.  Han pasado muchos años desde que visite Centro América—El Salvador, específicamente—y deseo pasar las próximas semanas en Nicaragua, afinando las habilidades de mi lengua nativa, y aprendiendo sobre los desarrollos económicos que afectan los países hispano-hablantes del tercer mundo.

En los próximos días estaré preocupado por nuestra profesora, la doctora White quien se iba a unir tentativamente al grupo pero ya no podrá.  Aunque nuestro grupo todavía tiene profesores de la Universidad de Maryland que saben mucho sobre el trabajo que estaríamos haciendo en el país, nunca he estudiado en el extranjero sin la presencia del profesor.  Sin embargo, estoy seguro de que las cosas saldrán bien, si no mejor de lo esperado.

Algo positivo es que espero hacer grandes amistades con mis compañeros en las próximas dos semanas.  Nunca he hablado con los estudiantes del curso y estoy seguro que serán mis amigos al final del viaje, especialmente los miembros de mi equipo, el cual me fue asignado para la mayor parte del viaje.  La última vez que estudie en el extranjero en Dubái me hice amigos con todos mis compañeros; por lo tanto, espero los mismos resultados de este viaje.

Finalmente, estoy ansioso por conocer a todos en Nicaragua que forman parte de las iniciativas de micro financiamiento a quienes estaremos ayudando en Managua, Granada, y San Juan del Sur.  Como aspiro a involucrarme en micro financiamiento algún día, espero establecer relaciones para toda la vida en Nicaragua que me ayudaran durante toda mi carrera profesional después de graduarme.

De Ian

6 de enero—primer día—Managua, Nicaragua

Que día tan impresionante en Managua.  Empezamos nuestro primer día con un desayuno delicioso, sirviéndonos frutas frescas, tortillas, y huevos en torta.  Después del desayuno nos montamos al bus y fuimos al Palacio Nacional, La Vieja Catedral, y La Casa De Los Pueblos.  Todas estaban en la misma ubicación y eran bonitas.  Mientras explorábamos el Palacio Nacional aprendimos un poco sobre la historia de Nicaragua, incluyendo la revolución.  En el edificio habían muchos murales bonitos tal y como estaban mostrados en las fotos.  La Vieja Catedral fue destruida por el terremoto y desde entonces ha sido cerrada; sin embargo, todavía muestra parte de la arquitectura.  La Casa De Los Pueblos fue originalmente donde vivía el Presidente; sin embargo, Ortega la convirtió en La Casa De Los Pueblos y está deshabitada.

Nuestra próxima parada fue la plaza Gallería.  Esta plaza era moderna y tenía un toque Americano.  Hay tiendas de Lacoste, Benetton, Subway, Papa Johns, y más.  Los precios eran todos en dólares y equivalentes a los precios de las tiendas de Estados Unidos.

Nos detuvimos a almorzar en el restaurante orgánico Ola Verde.  Carla es la dueña quien es Americana.  Ella tiene una visión de una Nicaragua más saludable, alejándose de las industrias de comidas rápidas y empacadas.  El restaurante es moderno y su mercado son las personas ricas de Nicaragua.  La comida fue excelente. También había una pequeña tienda y mucha gente compro suvenires de ahí.

Después del almuerzo llegamos al mercado.  Muchos vendedores tenían productos similares que incluían artesanías, canastas, y comida.  Hoy fue el día de Los Tres Reyes, y pocas tiendas estaban abiertas; aun así, la pasamos bien y tuvimos una buena experiencia en el mercado.

Después del mercado, fuimos a un lugar favorito llamado El Cerro de Tiscapa.  Este cerro nos dio una excelente vista de la cuidad.  Había un gran monumento de Sandino, un héroe revolucionario, en la cima del cerro.  Algunos de nosotros nos sentíamos como en una aventura, incluyéndome, por eso nos colgamos en una cuerda sobre la laguna.  La pasamos bien.  Algunos de nosotros nos fuimos de espalda y luego boca abajo, lo cual hizo la experiencia más fascinante. 

Mientras el sol caía nos alistábamos para nuestro último lugar, una librería local y un restaurante llamado Pan y Vino.  En la tienda platicamos con la dueña de la librería, Susan, quien sabía sobre la inestabilidad política en Nicaragua y también nos proveyó una buena Sangría. Después de escuchar a Susan nos fuimos a un restaurante que quedaba a la par de la librería para una exquisita comida.  Comimos pizza, pasta, y más en Pan de Vino.  Muchos de nosotros estábamos cansados al final de la comida y estábamos listos para regresar al hotel, sentarnos en la piscina, y reflexionar sobre nuestro día.

Por otro lado me intoxique en la noche pero me siento mejor hoy.  Agradezco a todos por su preocupación.  Es por esto que este blog se entrega un día después.